Pequeño amuleto de la cultura Pende Ikoko en marfil, procedente de la Republica Democrática del Congo. Este amuleto se usaba colgado del cuello, tanto en rituales mágicos y curativos contra alguna enfermedad de un miembro de la tribu, como para la ceremonia de iniciación de los jóvenes muchachos.
Este colgante amuleto representa un cara con grandes ojos de parpados caídos, nariz ancha y boca con labios gruesos; en la frente un pequeño dibujo cilíndrico inciso, y tocado en forma de tres puntas. Representación muy repetida en este tipo de piezas.